Suena a tópico hablar de que una buena fórmula SEO es la suma de muchos elementos que aúpan a nuestro contenido a los primeros puestos, pero dentro de estos ingredientes, hay algunos de ellos en los que caemos en el error de no darles el suficiente peso o importancia que tienen. Entre estos elementos nos encontramos los enlaces.
Los enlaces no son como las especias, que con salpicar el plato con ellas ya estamos dando un toque adecuado: los enlaces son uno de los ingredientes principales que nos sirven no sólo para escalar posiciones, sino para reforzar y apoyar todo el trabajo en conjunto: la página web.
Así, con una buena estrategia de Link Building y haciendo un buen trabajo de enlazado, no sólo posicionamos la página que trabajamos, sino que transmitimos este buen trabajo hacia las otras páginas internas a las que enlazamos beneficiando la optimización global de nuestra web.
Pero ¡ojo!, no simplemente enlazando desde una página en la que hemos trabajado adecuadamente la optimización hacia otra que no tanto, se traspasa ese buen trabajo de una a otra: la clave para que todo el conjunto quede equilibrado y todos “los ingredientes” resalten de cara al buscador es la correcta construcción de los enlaces, lo que se conoce en posicionamiento para buscadores como el linksculpting.
En qué consiste el linksculpting
El linksculpting o distribución de enlaces piramidal consiste en que todas las páginas de nuestra web estén enlazadas las unas con las otras adecuadamente para ordenar toda la información y ofrecer al usuario la experiencia de navegación adecuada, tardando lo menos posible para llegar desde la home a la sección que requiere.
Para ello, hay un elemento coordinador clave en este minucioso trabajo: el menú de navegación.
La importancia del menú de navegación en la estrategia de enlazado interno
El menú de navegación es la columna vertebral que va a articular toda la experiencia del usuario en nuestra web. Para ello, debe estar bien organizado y no sólo presentar los principales servicios que ofrezcamos, sino que, tal como hemos indicado, sean accesibles a cuantos menos clics posible.
¿Y cómo distribuimos la información de nuestra web en categorías para disponerlas en el menú de navegación? Primero asegurándonos que todas las páginas que forman nuestra web apunten a la home, estableciendo un segundo nivel de importancia que se encontraría en el menú, a quien le debe seguir en número de enlaces internos.
Disección de los enlaces internos: cómo construir el enlace perfecto
Al igual que ocurre con cada clave SEO, nunca nos debemos quedar en superficie a la hora de hablar de los elementos que componen una buena estrategia de posicionamiento.
Así, no debemos simplemente hablar de enlaces internos como aquellos enlaces que apuntan desde nuestra página a otro apartado de la web donde se aloja, de nuestra web en conjunto: un buen enlace se construye mediante variantes de la KW que forme su anchor text (el conjunto de palabras que enuncia el enlace) y a la par el del SEO Title de la página a la que nos dirige. Pero como todo en el universo SEO, tenemos la forma de hacerlo “suficiente”, sobresaliente, y la forma de hacerlo mediante matrícula de honor, que es si además de seguir esta construcción anchor con la variante de la KW del SEO Title al que apuntamos, tocamos su código y, al igual que hacemos al optimizar imágenes, optimizamos el enlace con una descripción alternativa o complementaria que nos permita introducir una vez más la variante de la KW:
- Código de un enlace poco o nada optimizado:
<a href="https://www.go2jump.com/servicios/posicionamiento-seo/">ayuda para llegar al primer puesto de Google</a>
- Código de un enlace con anchor optimizado
<a href="https://www.go2jump.com/servicios/posicionamiento-seo/">servicios SEO para posicionar</a>
- Código de un enlace totalmente optimizado
<a href=” https://www.go2jump.com/servicios/posicionamiento-seo/”target=”_blank” title=”mejora el posicionamiento web de tu página con los servicios SEO de GO2JUMP”>servicios SEO para posicionar</a>
En el primer caso vemos cómo el anchor es “ayuda para llegar al primer puesto de Google”, que pese a que describe lo que nos encontraremos clicando en la página (mucho más nefasto hubiese sido un anchor que no tuviera relación alguna, o el común pero “vago” a ojos de los buscadores “para más información clica aquí”), no usa ninguna variante de la KW de la página a la que vamos a acceder, que tal como veremos en la imagen, sería “Servicios SEO | Posicionamiento SEO en buscadores”:
En el segundo caso vemos cómo sí se ha optimizado correctamente el anchor para que resulte similar a la KW usada en el SEO Title de la página interna a la que apunta. Así, de los cinco términos principales usados en el SEO Title, coinciden o son variantes los tres principales usados para el anchor (Servicios SEO para posicionar). Ojo: un anchor que sea exactamente igual que el SEO Title es considerado como sobreoptimización, por lo que penaliza más que beneficia.
Por último, en el tercer caso no sólo se han tenido en cuenta un anchor que sea similar al SEO Title de la página interna de destino, sino que además, se ha optimizado el atributo title combinando las KW del anchor y SEO Title en una construcción lógica y sumándole la marca, contenida también en la URL. Aunque para todo ello hemos tenido que “tocar código”.
Proporción adecuada y otras recomendaciones al trabajar enlaces internos
Los lectores más atentos se habrán dado cuenta que en el código donde se aplicaba una optimización “de matrícula de honor”, había un segundo elemento que no se apreciaba en el resto de códigos además del atributo title, y no es otro que el código target=”_blank”.
Este elemento del código indica que la página se abra en otra pestaña. ¿Y por qué nos interesa que se abra en otra pestaña y no en la misma? Porque si clicamos y nos vamos a otra página, aunque permanezcamos dentro de nuestra web, el lector se puede ver tentado a continuar la nueva lectura y olvidarse de lo que le estábamos contando sin regresar a la anterior lectura, lo cual puede significar perder la acción a la que le estábamos preparando en la página anterior.
Por ello, cada enlace interno se debe introducir con cabeza, sólo si tenemos claro que llevándolo a la página interna a la que enlazamos, puede completar igualmente la acción que queremos producirle o se va a sustituir por una de mayor interés comercial, debemos introducir el enlace.
Para ello debemos pensar que el enlace interno está concebido como una forma de ofrecer más información al lector, pero no deja de ser una interrupción a la lectura. Si esta información no le va a aportar nada significativo, mejor obviarla.
Esto aplica también a la densidad y número de enlaces: un párrafo plagado de enlaces puede ser un párrafo plagado de oportunidades para completar una acción, pero también un párrafo en el que si nos paramos a leer cada uno de ellos (de ahí interesante que se abran en otra pestaña) tardaremos una eternidad en completarlo o perderemos el sentido de la lectura.
Por ello, sin ser una norma absoluta, lo recomendable es que introduzcamos de dos a tres enlaces por cada 500 palabras y evitemos que se concentren sucesiones de links internos en un mismo párrafo.
El orden secuencial: “clave” en la clave del linksculpting
Hemos insistido y matizado que aprovechar los links internos no consiste en introducir sin más enlaces que lleven a otras secciones de la página y que es muy importante articular la estructura de nuestra página, ordenando la información que en ella se contiene pero, ¿cómo lo conseguimos?
La “clave” de esta clave es el orden secuencial, la forma en la que distribuimos las páginas de nuestra web. Así, los enlaces internos que apliquemos deben funcionar como la estructura piramidal que define al linksculpting, que siendo más gráficos sería como una distribución en forma de cascada o vasos comunicantes.
Esta distribución consiste en que los enlaces contenidos en la home, en el menú de navegación, apunten hacia un primer nivel de profundidad (categorías principales), los de este primer nivel a un segundo y así sucesivamente, cuidándonos de no excedernos en niveles de profundidad para no sobrecargar al usuario de información y que finalmente no encuentre lo que desea.
Lo ideal es que toda acción contenida en nuestra web, sea de mayor o menor importancia, sea accesible en no más de cuatro o cinco clics.