Hacer crecer una comunidad online, mantener a los usuarios que nos siguen y publicar contenido de calidad. ¿Estos son los puntos más importantes para gestionar redes sociales? Nos falta lo más importante: conocer las reglas del juego.
Nos referimos a los algoritmos que dictan cuando y a quien mostrar el contenido que publicamos. Funcionan diferente en cada red social y siempre están en constante desarrollo, pero tienen el objetivo común de crear feeds de noticias ordenadas por intereses e interacciones de los usuarios.
Cualquier profesional de marketing interesado en publicar en redes sociales debe tener en cuenta el funcionamiento de los diferentes algoritmos -y estar al día de los cambios que se producen- para que la estrategia que establezca consiga atraer a su público objetivo.
Mark Zuckerberg presentó a principios de 2018 un nuevo algoritmo que pretende favorecer la experiencia de los usuarios potenciando su interconexión. Esta nueva visión de la red social sentó como un jarro de agua fría en el sector, como un factor que limitaba el alcance orgánico de las publicaciones de las páginas de empresa.
Pero, cuando se cierra una puerta, se abre una ventana e incluso un universo entero: solo necesitamos enfocarnos en cinco puntos para seguir obteniendo buenos datos de alcance:
Twitter antes era un gran depósito de mensajes ordenados cronológicamente. Empujado por los cambios que se producían en otras redes sociales, incorporó también un nuevo algoritmo para mostrar los tuits más relevantes.
Sin embargo, el usuario sigue teniendo la posibilidad de tener activada o desactivada la función de ordenar cronológicamente los tuits de su timeline: siguiendo la ruta Configuración y privacidad, Cuenta y Contenido.
El adiós al orden cronológico supuso la bienvenida a una nueva ordenación del timeline mediante el deep learning, que tiene en cuenta tres criterios para valorar un tuit como relevante:
LinkedIn es la red social por excelencia para relaciones profesionales. Su algoritmo es bastante peculiar: cuenta con cuatro fases para asegurar la limitación del alcance de los contenidos de baja calidad o spam:
¿Cómo salimos airosos entonces de un proceso tan sistematizado y algo enrevesado? Céntrate en publicar contenido relacionado con el mundo profesional y relevante para el sector en el que trabajas. Actualiza tu perfil, crea una audiencia estratégica, optimiza el contenido para generar más participación, publica en las horas señaladas, menciona a otros usuarios, utiliza hashtags y alimenta la reciprocidad, es decir, comparte para que te compartan.
No olvides que LinkedIn come aparte. No es la red social que más interacciones genera ni de lejos. Existe un perfil de usuario muy extendido que prefiere observar y seguir tu contenido esperando el momento oportuno para contactar contigo por privado. En este sentido, analiza las métricas para asegurar que los usuarios que te interesan están viendo tus publicaciones. El paso del tiempo dirá.
La vinculación que se establece entre tus publicaciones y los usuarios es el principal factor que tiene en cuenta el algoritmo de Instagram, que desde hace un tiempo dejó atrás –igual que Twitter- el orden cronológico de los posts y ahora dependemos de ciertas variables para que nuestros seguidores puedan visualizar nuestros contenidos.
Podemos decir que, si un contenido recién publicado genera likes y comentarios, Instagram lo considerará relevante y lo mostrará a un mayor de usuarios. Pero no todo es tan sencillo como parece. ¿Qué factores debemos tener en cuenta para vencer a su algoritmo?
No intentemos engañar a los algoritmos, son más listos que nosotros. La compra de seguidores y los mensajes de robots no nos permitirán crecer ni conseguir los objetivos que nos marquemos. Centrémonos en conocer las reglas del juego y en ser los mejores jugadores.