El proceso de expansión de un negocio a nuevos mercados no es tan sencillo como duplicar la empresa y crear una réplica en uno o varios países. Sería perfecto si fuese tan fácil como eso, y nos ahorraríamos muchos quebraderos de cabeza. Sin embargo, para ello se necesita el personal, los medios y el dinero que muchas veces no se tiene.
La realidad es algo más compleja y este proceso requiere una planificación minuciosa en la que se tengan en cuenta los puntos más importantes para conseguir que el proceso resulte exitoso.